Ummmm. Hay un nuevo romance. El fanático de Alexis Marrero (Alexis Marrero en Política), el mismo que se arrecha con Chávez y le cae a patadas a su perro (¡no joda, alguien tiene que pagar!), no aguantó tanta ceguera “revolucionaria” y se enamoró de su comentarista Michel en la Red, otro que, por el bando contrario, con frecuencia se orina sobre el asiento cuando redacta post o localiza noticias sobre Hugo Chávez. Sufre también, como el mataperros de Marrero, de incontinencia política.
Uno y otro, pues, parecen amarse, con la misma fuerza que se odian, dando fuerza al dicho ese que sentencia que del amor al odio hay un paso. Y en el caso de estas criaturas, que el destino unió a través de la creación de sus respectivos blogs, media un beso. ¡Muaccc! Ya me lo imagino.
Y la vaina es que se parecen, los grandes carajos, empezando por el nimio detalle de que ambos utilizan su nombre para algo. Vea usted: “Alexis Marrero en Política” y “Michel en la Red”. Romántico, ¿no? Bueno, como nuevo romance, se suman a la partida ya existente entre el Pastillero Luis Crisis y el otro barbudo revolucionario del Discurso del Oeste. El peo es saber el género entre ellos, dado que son peces y se entienden.
Para los efectos nuestros, que buscamos tonterías entre la gente, son perfectos seres de la distracción mundanal. Sin ellos no viviríamos sintiéndonos algo más inteligentes, porque nos aburriríamos al entrar a Internet y toparnos nada más con blogs tan faltos de adrenalina como Yosmary Socialista, quien después que perdió Mario Silva en Carabobo se lanzó a no existir sino rectamente. Antes al menos insultaba con su lenguaje refinado y dulzura femenina y llegó hasta el extremo de lograr censura en contra del blog del Pastillero Luis Crisis, mismo que se la pasaba publicando mujeres peludas y desnudas para atraer visitas, cosa que también hacía, por cierto, el Mataperros Marrero.
La cosa entre Mataperros Marrero y Michel empezó con los comentarios (¿cómo más?), cada uno de ellos desplegando cualidades que posiblemente aseguraron la atracción mutua. El primero es sumamente histérico y auditivo, y el segundo, igualmente desbocado pero visual. Vea el post que le ofrendó Mataperros a su nuevo descubrimiento sentimental y comprobará de lo que hablamos. Él suelta su bilis y escribe como a ciegas, sólo para su oído, y el otro ¡pum! entra en escena con un arsenal de links sobre videos. Así transcurren su velada en el parque, sobre la grama del Jardín Botánico. Uno tirándole piedras a los pobres animalitos y el otro meándose la pata de un árbol o poste.
Mataperros lo injuria cariñosamente con el mote de “ciego” y Michelángelo no se cansa de bautizarlo como “asqueroso”. Y así se la pasan, como perros y gatos, ansiosos –puede decirse- de homologar la especie. Uno oye y el otro como que huele con gran fuerza; en todo caso, habrá que dejar sentado que a los dos les llega el período de la histeria, esa borbollar rojo que ataca a las féminas cada 28 días.
Su tema principal, como cabe adivinar, es Chávez, para uno el “asesino del 11 de abril”, y, para el otro, “el héroe del 13”. Como sea, el punto los une.
Demás está decir que la adopción de Mataperros no la pasaremos por alto al interpretarla como una recomendación de nuevo candidato para animar los momentos tristes de esta página. Lo incluiremos por los momentos en la sección Caza-boludeces al día, a la izquierda de esta página. Rezaremos por su evolución, es decir, que baje hasta las secciones de más abajo. Bienvenido. Gracias Marrero, te secretearemos tu “affaire”.
Nota: si usted es de la oposición y se calienta porque se denuncia un romance de Mataperros Marrero, piense primero antes de escupir. Vaya donde El Enigmático y vacílese el post chismeante sobre el romance de la hija del presidente, carajo, como si le doliese que no lo besuqueasen a él. Por cierto, para efectos de cuadro de “honor” que ocupa, está haciendo puntos para salir de tan aburrido hueco. ¡Adelante, Gandica!