Parodiando a un viejo filósofo griego, se me ocurre una frase para tanto blog idiota que visito: “Mientras más te leo, más quiero a mi perro”. Y cuando lo digo pienso en bitácoras como la de Luis, de Opuscrisis mental propia; la de Marrerro el fanático, que no halla qué escribir para criticar (el otro día escribio un post sobre una mosca que pico a Chávez); la de la cacatúa repetidora de noticias Martha; la del linkeador Enigma express, que se la pasa haciendo esfuerzos para parecer periodista equibrado (¡pero escuálido!) y no arriesga un criterio (como los tipos que calientan a las novias y se la montan otros); la de Luz Clara, a quien por simpatía le perdono bastante, pero no deja la pobre señora mayor de dejarse llevar por los vientos mentales de Globovisión. Vaya allá y vea el último comentario que le hice.
Eso por un lado; por el otro (ya no mereciendo la frase, pero sí estimulándolos a que comentan errores para yo reirme) están los rezagado de Yosmary y Duque, además del Perro Moliere (política y farándula), que no quieren soltar la mano y se dejan quitar espacios con la llamada derecha política. ¡Coño, si tienes una izquierda y no la usas, ampútatela y dásela a esa jauría, para que te coman de una! Y el tipo de Animal político peca de lo contrario: escribe, pero se dilata un mundo. ¡Verga, estamos en Internet! Mi mente chismosa y come-hierba no se da a basto para lo que exceda a cinco minutos. Por su lado, Tips políticos (del mismo tipo) es breve, pero me da gracia que pretenda ser extremado y no le salga. ¡No me jueguen! Le falta lo que le sobra a Marrero, aunque quitándole a este último lo de letrina. Finalmente, los tipos de Vencedor en Boyaca salen derrotados, de ordinario merecedores también del eslogan del post: el chisme los aniquila, y hay que decir aquí que les falta lo que maneja la señora Luz Clara, logicamente, sin incurrir en la debilidades de criterio que la caracteriza.
Hay unos blogs que celebro (de derecha e izquierda) pero que me los guardo para cuando llegue el momento. No son alimentos para mí, porque me especializo en comer inteligentes que nos creen idiotas.
Prometo ampliar la lista. Por lo pronto hablé de señores que les encanta cepillarse la lengua con el tema político.
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