¡Chávez puso la calima para que no veamos que estamos locos!

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El hombre se gradúo, chico, y logro ascenso en el sanatorio. Tenía tiempo que no oí un arma mental de tan arrecho calibre. ¡Ese Chávez si es bravo, carambita! ¡Cómo hace vainas y pone a gente a dejar de pensar, como hizo con Luis Pastilla Opuscrisis que, como paloma, se le voló la sesera!

¿Bravo, no? Conspiración mundial contra el pensamiento. El nuevo opio de los pueblos revolucionarios. La nueva Iglesia o Estado brujeril haciendo magia. ¡Gases en la atmósfera modifican las percepciones psicosomáticas! Nuevo paradigma de manipulación humana. ¡Huyan, no joda, Chávez inyecta calima para ganar elecciones, para que no veas los problemas del país y para que no notemos lo locuaz que se ha puesto la oposición política venezolana, ahora sí, disociada.

Esta mañana traté de mirarme en el espejo y pude distinguí mi rostro por culpa de la calima. Me molesté, quise protestar, pero no pude reventar de un puñetazo el espejo. ¡Es que la calima, como dice Luis, está ahí para que no protestemos! Nos amansa con su “guebolina” (sustancia química inventada en el laboratorio pastillesco de Opuscrisis). Como la película La Naranja Mecánica. El Estado nos controla. Como la novela de Orwell y el Gran Hermano.

¡Ese Chávez si es vergatario, carajo! Los invito a ir al sanatorio y ver el comentario que le dejé a ese muchacho opositor que es Luis de Opuscrisis, alias el Pastillero. Transcribo:

“Ahora si, Luis Pastilla, te tomaste el frasco. Divaganciones es la expresión para calificar. ¡Dios, es un post forzado, porque el paciente no tenía nada que decir en la mañana al levantarse, fuera de sus ejercicios rutinarios para combatir su rala percepción de lo real!

¡Qué la calima es artificial y la puso Chávez para que tu y yo no protestemos ni veamos la realidad del país ni los locos que andan sueltos en este país de cambio...! ¡Vergación, cuate, me siento disociado, a efectos del contagio, seguramente! ¿No tenéis un pariente encinta por esos lados para que hagáis la obra completa? Es decir, culpar a Chávez, ese sadicón. Sí también crees que puso la calima para que no nos demos cuenta de tu estado espiritual psíquico-somático-visceral-intestinal estás pelando gajo, caballo. Yo te vi, aunque no luego no pueda aseverar a quien, por aquello de la personalidad psiquiátrica, es decir, multiple. Jesús se acercó a un poseso y éste le confesó que su nombre era Legión.

George Bush y la reina Isabel son reptiles verdes para apoderarse de la Tierra; el silbón sale en los llanos; los avestruces meten la cabeza debajo de la tierra para no ver la revolución y la Tierra es cuadrada. Los gringos son mejores, así como los venezolanos somos unas excretas. No somos países hasta que no nos anexos a los EEUU. Viva Puerto Rico y los países todos que ahora están muertos asimilados o guerreados por los EEUU. ¡Esa es mi oposición, recurso mental insólito!

¡No me friegues, chico! Ni siquiera el efecto químico de tus dosificaciones te para a pensar que esa capa contaminante es efectistamente nociva para una coyuntura electoral, cosa que no le convendría a un gobierno, hecho que mal podría generar, siendo lógicos. ¡Qué pasa, hombre,¿estaban vencidas la bichas? ¿Viste, alucinatoriamente, una inyectadora gigante sobre lomos de elefantes aplicando calima desde el Guaraira Repano hasta por debajo de la cama de tu más querido pariente? ¿Qué eso? Conocí a un amigo que cuando consumía amapola veía elefantes jugar fútbol en medio de las avenidas, y él quería ser arquero. No era homónimo tuyo, por ahí tranquilo.

Por favor, no juegues con mi inteligencia. No bebí leche piche cuando niño, cosa que no ha de alegrarte, dado que muchos mejoran al constatar la desgracia ajena. Hice bien al meterte en mi sección "Top blog boludos", gracioso, disparatado y pelagajos, meadores fuera del perol. Haré uno que hable de la sección más íntima del baño y te aviso.

Un abrazo a través de las camisas de fuerza. ¡Orates a la Asamblea, carajo! Te doy mi voto.

Te invito, locuazmente, para que veas la introducción a este post tuyo, realmente revolucionario, es decir, revolcador de los cánones naturales perceptuales”

¡Patria sanatoria o muerte!”