Lo malo de intentar estar bien con dos posiciones, bando o, como se dice, con dios y el diablo, es que, si en algún momento te ponen en cuatro patas esas dos factorías, tendrás que dejártelo hacer por ambas partes para satisfacerlas. Este comentario le corresponde a aquellos pendejos que quieren incursionar en el habla política tratando de esconderse a sí mismos con el pajal que escriben, aspirando a que nadie les riposte las críticas o posiciones esbozadas, procurando no pincharse al agacharse con algún reconcomio (de esos que genera la política) en el centro del trasero. Como se dijo, escriben para ejercitarse, para estar bien con dios y el diablo, y no por ejercicio de criterios morales, políticos o profesionales.
Son buscones (no putas, porque son hombres), se sienten exquisitos al creer que trazan una línea inmaculada entre el bien y el mal, inmune a los dardos, y que tal habilidad los perfila como certeras promesas escritoriales al demostrarse que poseen la tremenda psicología de no dejarse atacar. Se dicen en susurros: “Mi reto es ser escritor, manipulador (artista, pues), y si logro mantener el centro, sin que me jodan los bandos, demuestro que tengo el talento”.
¡Ja, ja, ja, ese tipo es el Jeanfreddy Gutiérrez, el tal irresponsable del blog, el tipo que se cree que estando bien con ambos bandos no se lo va pegar ninguno! ¡Coño, hay que decírselo, vale, hay que ser responsable con esto, carambita, porque no es posible que la criaturita siga por allí llamándose de izquierda mientras le hace el sexo oral a la derecha!
Porque la vaina es así, señor falto de cojones: es fácil llamarse de izquierda para intentar de antemano desmontar los malestares que puedan generar sus coquerías con la derecha; y es más fácil que lo presupongan de la derecha al ir soltando sus inveteradas críticas a la izquierda... En fin, es como usted dice, una completa irresponsabilidad consigo mismo, como decir, ni chicha ni limonada, ni putanca ni marianca, una loquera suya, una licencia que se quiere ganar para venir a decir cuatro patulecadas entre nosotros, y que le sigan diciendo “camarada”. Je, jo, ji.
¿Y por qué la crítica? ¿Por qué me río con mi risa dizque de loco? ¿Por que vino a parar aquí, a este blog de ridiculeces? Simplemente por su cantinflada de llamarse de izquierda no siendo, de venderse a sus amigos como “revolucionario” no siendo, de creer que se la está comiendo al apoyar a los adecos pero vestido de rojo... De intentar crecer con la crítica hacia el sector ideológico que presuntamente encarna el corazón de sus pasiones. De crecer hacia la derecha magullando a la izquierda. Debe tener cuidado, porque se perfila a tener un brazo más batatudo que el otro y es posible que en breve lo vean torcido al caminar, como una balanza en desperfecto.
Y para el supuesto de que esté equivocado en el diagnóstico, esto es, de que sea moralmente de la izquierda, el reclamo recaería entonces en no tener bolitas para defender su posición, y sí para venderla al público inmoral de la derecha política, que trafica con todo. “Soy de izquierda ─dice en su presentación─, pero no soy ─en el contenido del blog.” Vea usted: yo soy de izquierda y también de la derecha, o sea, las dos cosas, o sea, principios en contraposición, o sea, nada… ¡Verga, me dolió la cabeza!
Así es, amigos, Jeanfreddy quiere ser escritor, y lo demuestra en eso que dijimos de intentar conseguir el centro... Es de la izquierda pero sin lo que de izquierda pueda tener este gobierno que le molesta (lo dice en su portal “de izquierda pero sin el gobierno”, como si el gobierno fuera de derecha). Coño, esa vaina molesta..., caga... Es algo así como si el tipejo te quisiera convencer de que Manuel Rosales, Ramos Allup y Leopoldo López son de la izquierda. ¡No me jodas, Jeanfreddy, ubícate primero contigo mismo, luego con tus panas y después con tus escritos!
No diré que eres castrado (por lo de las bolitas para mantener posiciones), pero no te llames de la izquierda porque manco pareces, ¡y de ese brazo precisamente! Al menos trate de equilibrar sus escritos, hombre, el contenido de su blog, carajo, e intente menos jalar cojones derechos (le va a crecer también un testículo más que el otro) al criticar tanto a su gobierno (usted votó por él). Es en sumo fácil hacer leña del árbol caído, como dice el dicho, y notar que otros cometen errores. ¿No dicen por ahí que de errores todos estamos hechos? ¿O usted no?
En su descargo, lo ayuda bastante el título del blog, cosa que parece licenciarlo bastante para que se lance por el camino de la desperfección (no imperfección). ¿Jeanfreddy el imperfecto lo exonera de irresponsable?
Escribiré más de usted. Le dejo mis saludos. Le doy la bienvenida al blog de la pintoresca ridiculez.
Puede comentar aquí, tiene derecho a réplica; me puede llamar a tribunal, pero igual le dire allá que veo en usted a un corredor ambidiestro, que jala para ambos lados, y que hablo de usted en términos políticos con el mismo derecho con que usted ejerce su variopinta política. Tal ha sido el drama de muchos personeros en el país, que se meten a políticos y después no quieren que los traten como tales, porque dizque se les persigue, atosiga, humilla, arrincona, apedrea, acogota... ¡Ahhh!
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EJERCE TU DERECHO A RÉPLICA, JE, JE
Si tu gusto es realizar un comentario positivo sobre la calidad o calaña del blog, échale pichón, ¡bienvenido sea!; pero debo advertirte que su directiva no establece compromisos con nadie, ni con afectos ni desafectos. La idiotez es un amigo secreto que todo bloguero cultiva para sí, celosamente, calentándose el dueño si yo empiezo hablarle de ella o a sonsacársela. No hay amante más secreto que un idiota.
Por supuesto, ya que estás aquí, adivino tu pensamiento: lo más probable es que quieras patearme el trasero y no puedas. Pero... ¡Échale pichón, caballo (o yegüa); haz tu comentario! Ya que te descubrí puedes continuar siguiendo idiota, derramando tu bilis sin ningún problema. La arrechera es síntoma de descontrol, de desenmascaramiento, de concesión de la razón pura, de confirmación, bautizo, autogolpe, etc. Adelante, pues y ¡salud!
¡Durante cuanto tiempo pretendías proseguir con ese idiota oculto! Tal vez algo me agradezcas...